¡Hola! Soy Gisselle, creadora y fundadora de Arunima Curated Store. Si es la primera vez que estás aquí te invito a conocer la historia detrás del inicio de mi tienda online.
En mi entrada anterior, te conté las bondades de la doble limpieza facial de la mano del bálsamo facial de albaricoque. Y, efectivamente, al finalizar el mes de mayo, pude confirmar una vez más que mantener una limpieza adecuada es el paso más fundamental durante el ritual de cuidado de la piel.
Por lo tanto, en esta entrada, compartiré cómo logré mantener mi ritual de cuidado de la piel con los pasos más importantes: limpieza (si es doble, mejor), hidratación y el uso de protector solar, a pesar de estar atravesando un fuerte resfriado.
La importancia de un cuidado integral de la piel
Las lluvias comenzaron en serio y, con ellas, el aumento de los resfriados. Desde inicios del mes pasado, estuve resfriada, me recuperaba, recaía. Mi esposo cayó enfermo, luego mi hija tuvo una conjuntivitis bacteriana, y volví a enfermar otra vez. Finalmente, puedo decir que ahora, a inicios de junio, ya me siento recuperada.
Como he compartido antes, el cuidado de la piel es intencional e integral, y no se trata únicamente de tu rutina de skincare per se:
sino de adoptar también rutinas adecuadas de sueño, de alimentación consciente y de consumo suficiente de agua.
Soy de buen dormir, me encanta descansar, y a mi pequeña también. Además, mi hija duerme desde siempre en su cuarto. De esta manera, descansamos todos mejor en casa.
Sin embargo, pasar muchas noches seguidas sin dormir adecuadamente me afectó muchísimo. Al tercer día de estar "acampando" con mi hija en la misma habitación, lidiando juntas con el resfriado, simplemente ya estaba "acabada".
Enseguida noté los cambios en mi piel y en mi estado de ánimo al no continuar con mi rutina usual de autocuidado. Así que de inmediato retomé mi ritual de té nocturno (reemplacé la lavanda por una mezcla de limón, miel, anís estrellado y clavitos de olor), y puse el "journaling" en pausa para poder dedicarme con calma a:
Reorganizar mi ritual de skincare para mantener mis cuidados y ayudarme a una recuperación más integral en todos los sentidos.
Limpieza diaria en las mañanas y noches en tiempos de fiebre
Opté por limpiar mi rostro con el Bálsamo Limpiador Facial Limpiador con Polvo de Albaricoque de UpCircle, no solo en las noches, sino también en las mañanas. A pesar de no estar usando maquillaje, sí pasaba más tiempo en cama y tenía episodios de fiebre alta (¡con mucho sudor!). Así que mi rostro también se congestionaba y necesitaba esa primera limpieza.
Continué con del Limpiador Facial Aclarante sin Fragancia en Espuma de Earth Science, para pieles grasas y mixtas. Se convierte en una espuma muy rica y sedosa, y realmente me proporcionó ese confort adicional entre tanto ajetreo, gracias a la lavanda, aloe vera y ácido hialurónico. Además, me ayudó a mantener la piel equilibrada y calmada.
Finalicé la limpieza tanto en las mañanas y en las noches, con el Astringente Herbal Aclarante de Earth Science. Como contiene alcanfor y azufre, me proporcionaba una sensación de frescura muy agradable. Además, la menta, el romero y la salvia me ayudaban un poco con la congestión nasal. Le añadí un atomizador para simplificar la aplicación y eso potenció su efecto hidratante aún más.
La hidratación y protección solar: necesarios para mantener el balance en la piel
Para continuar con la hidratación y también por practicidad, usé la Crema Humectante Sin Aceite de Earth Science para pieles grasas y mixtas tanto en la mañana como en la noche. Es súper cremosa y un poco rinde mucho, y calma bastante la piel ya que cuenta con manzanilla, té verde y caléndula.
También cuidé mucho la delicada zona del contorno de ojos con la Crema de Ojos de Up Circle. Contiene cafeína y ácido hialurónico, lo que la convirtió en mi imprescindible tanto en la mañana como en la noche para ayudarme a sobrellevar los efectos de la inflamación y las ojeras causadas por la falta de sueño.
En las mañanas y a pesar de no salir, opté por aplicarme el Protector Solar Mineral SPF25 de UpCircle. . Esto fue debido a que pasaba tiempo frente a pantallas electrónicas y, al estar casi todo el día en mi habitación, me exponía a la luz natural que entraba por la ventana.
Un par de tips adicionales que me hicieron una gran diferencia
Como probablemente sabrás, la fiebre puede resecar la piel, por lo que mantenerla hidratada es esencial, incluyendo los labios. Así que cada vez que lo recordaba, me aplicaba el Bálsamo Labial Enriquecido y Natural Sin aroma de la marca Lizush.
Se presenta en barra, tampoco tiene sabor, y ayuda a mantener los labios hidratados en todo momento.
Y cuando estaba pasando la fiebre, y aún más con estas temperaturas tan altas, me daba un impulso de hidratación con la Bruma Facial y Corporal Refrescante de Earth Science. La tenía en la nevera esos días, y se sentía muy bien al aplicarla en mi rostro, cuello, espalda, brazos y piernas.
Pro-tip: Decidí adelantar el cambio de mi ropa de cama a cada dos días, cuando normalmente lo hacía cada cuatro. Esta práctica resultó ser de gran ayuda, considerando que el sudor, las células muertas y otros irritantes pueden acumularse en las fundas de las almohadas. Dado que estuve enferma, pasé mucho más tiempo de lo habitual en cama.
Honestamente, este cambio simple marcó una gran diferencia y contribuyó significativamente a aliviar la congestión en mi rostro.
Recuerda que al elegir cualquiera de estos productos podrás mantener tu ruina en el tiempo ya en Arunima Curated Store encuentras:
Skincare de alta calidad, a precio razonable y amigable con la naturaleza
Un abrazo enorme, ¡y hasta muy pronto!
Gisselle
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PS: La frescura de la naturaleza: algodón orgánico para tu piel
En mi entrada de marzo te hablé acerca del algodón orgánico, el cuál es cultivado sin pesticidas ni químicos, utilizando abonos naturales y respetando los ciclos de la tierra.
Los productos hechos con tejidos de algodón orgánico no contienen tóxicos y son frescos al tacto, ofreciendo una experiencia única para la piel. Además, el cultivo orgánico de algodón no utiliza semillas genéticamente modificadas, siendo una opción más amigable con la naturaleza y evitando las consecuencias negativas asociadas al uso de pesticidas en el cultivo convencional.
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